Esta ilustración se ha hecho muy famosa y ha recibido premios por ser un representacion muy compleja y a la vez muy novedosa (para la epoca) de como representar graficamente un conjunto de variables.

Darse cuenta sin intervalo de tiempo. El tigre a la caza del tigre
Krishnamurti: Me parece que es importante comprender la naturaleza y la belleza de la observación, del ver. Mientras la mente esté distorsionada en alguna forma ‑por impulsos y sentimientos neuróticos, por miedo, sufrimiento, falta de salud, ambición, snobismo y la persecución del poder- no será posible que escuche, observe, vea. El arte de ver, escuchar, observar, no es cosa que pueda cultivarse, ni es una cuestión de evolución o desarrollo gradual. Cuando uno se da cuenta del peligro, hay acción inmediata, la respuesta instintiva e instantánea del cuerpo y de la memoria. Uno ha sido condicionado desde la infancia para enfrentarse al peligro de manera que la mente responda instantáneamente porque, de lo contrario, habría destrucción física. Nos preguntamos si es posible actuar en el mismo instante del ver, en el cual no existe condicionamiento alguno. ¿Puede una mente responder libre e instantáneamente a cualquier forma de distorsión y, por lo tanto, actuar? En otras palabras, la percepción, la acción y la expresión son todas una, no están divididas, fragmentadas. El ver es en sí la acción, y ésta es la expresión de ese ver. Cuando uno se da cuenta del temor, debe observarlo tan íntimamente que la observación en sí implique librarse del mismo, lo cual es acción. ¿Podríamos examinar eso esta mañana? Creo que es muy importante: quizá podríamos penetrar en lo desconocido. Pero una mente que está condicionada por sus propios temores, ambiciones, codicia, desesperación, etc., no puede penetrar en algo que requiere un ser extraordinariamente saludable, cuerdo, equilibrado y armonioso.
La represión. Acción que surge del silencio. Viaje al interior de uno mismo; falsas caminatas y la imagen de lo “desconocido”
Krishnamurti: Nos hemos preguntado cómo deshacernos de toda la colección de fieras que tenemos en nuestro interior. Estamos discutiendo todo esto porque vemos ‑al menos yo lo veo- que uno tiene que penetrar en lo desconocido. Después de todo, cualquier buen matemático o físico tiene que investigar lo desconocido, y quizá también el artista, si no se ha dejado arrastrar demasiado por sus propias emociones e imaginación. Y nosotros, gente corriente con problemas cotidianos, también tenemos que vivir con un sentido profundo de comprensión. También nosotros tenemos que penetrar en lo desconocido. Una mente que está siempre persiguiendo los animales que ella misma ha inventado, los dragones, las serpientes, los monos, con todos sus problemas y contradicciones ‑así somos- no tiene posibilidad de penetrar en lo desconocido. Como somos personas corrientes que no hemos sido dotadas de intelectos brillantes o grandes visiones, sino que sólo vivimos las monótonas, feas y pequeñas vidas de todos los días, estamos interesados en cómo cambiar todo eso inmediatamente. Eso es lo que estamos considerando.
Krishnamurti: Sí, queremos continuar agarrados a los faldones del placer. Deseamos aferrarnos a las cosas que conocemos. Y con todo eso deseamos realizar un viaje. ¿Ha escalado alguna vez una montaña? Mientras más cargado va, más difícil es. Aun para subir a esas pequeñas colinas es bastante difícil hacerlo si usted lleva una carga. Y para escalar una montaña, hay que estar más libre. No sé realmente cuál es la dificultad. Queremos llevar con nosotros todo lo que conocemos: los insultos, las resistencias, las estupideces, los deleites, los regocijos, todo lo que hemos experimentado. Guando usted dice: “voy a hacer un viaje llevando todo eso”, está haciendo un viaje a alguna otra parte, no al interior de aquello que lleva consigo. Por lo tanto, su viaje es imaginario, es irreal. Pero haga un viaje al interior de las cosas que lleva, lo conocido ‑no al interior de lo desconocido- al interior de lo que ya conoce: sus placeres, deleites, desesperanzas, sufrimientos. Haga un viaje al interior de eso, porque eso es todo lo que tiene. Usted dice: “deseo hacer un viaje al interior de lo desconocido llevando todo eso y añadir a eso lo desconocido, añadir otros deleites, otros placeres”. O puede que el viaje sea tan peligroso que usted diga: “no quiero hacerlo”.
Saanen, Suiza, 8 de agosto de 1969