jueves, 26 de febrero de 2009

¿Quien mató al coche eléctrico? Una conspiración del siglo XXI

EV-1, unas siglas que a muchos nos pueden parecer desconocidas, pero que pudieron cambiar el curso del clima tal y como lo conocemos actualmente. El EV-1, fue un pionero coche diseñado y creado por la americana General Motor, un coche ecológico de funcionamiento eléctrico que aquellos de los pocos que lo adquirieron hablan maravillas del mismo, pero entonces, ¿Por qué destruyo GM todas las unidades fabricadas hasta ese momento? ¿Quién mato al coche eléctrico?.


El EV-1 tenía un innovador motor eléctrico

Todo comenzó en 1990 cuando una ley del Estado de California, cansado de la contaminación de su ciudad, proclamaba un ordenanza, la ZEV Mandatory, en la que se establecía que el 2% de los vehículos vendidos en California durante el año 1998 debían de ser coches ecológicos un porcentaje que se elevaría paulatinamente hasta alcanzar el 10% en 2003. Para ellos el estado ofrecía ayudas para compradores y fabricantes.


Tenía un diseño espectacular para un coche de 1998

Bajo esta premisa la GM sacó al mercado a finales de 1997, el modelo EV-1, curiosamente al mismo tiempo que emprendía una batalla legal contra California para derogar la polémica ordenanza. Construyo 1.100 unidades que no vendió sino alquilo en contratos de “leasing”, lo que permitía a la empresa, tener total control sobre el destino de los vehículos.

El EV-1, era un coche fascinante. Con aspecto de sedan, se ofreció en versión dos plazas con un diseño novedoso para la época, con líneas aerodinámicas atractivas y poderoso atractivo. Además de varios accesorios de confort hoy comunes (y no tanto) como aire acondicionado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, lector de CD, dirección asistida, asientos de cuero y un largo etc, entre los que destacaban al alta tecnología para la época como chasis de aluminio, frenos con sistema ABS, control de tracción, encendido y acceso sin llaves, control de presión automático de cubiertas, climatizador interior o frenos regenerativos.



El interior del coche tampoco dejaba nada al azar

Con todo, la verdadera innovación era el corazón del vehículo, un propulsor eléctrico. Tras una carga completa durante toda la noche, sus 26 baterías de NiMH (níquel metral-hidruro) permitían un recorrido de hasta 225 kilómetros. Además, en tan sólo tres horas sus baterías se recargaban en un 80% en tan sólo tres horas. El potente motor ofrecía una aceleración de 0 a 100 Km/h en tan sólo 9 segundos. Evidentemente el paso por el taller, se programaba cada 162.000 kilómetros por eficiencia comprobada.

Como es lógico para asegurar la operatividad, se instalaron en California un total de 500 estaciones de servicio de carga gratuita de baterías, colocadas en lugares de gran tráfico y confluencia como centros comerciales, estadios y un largo etc. Mel Gibson o tom Hanks fueron algunas de las celebridades que alquilaron uno de estos vehículos, además de personas normales de la calle y todos coincidían en que aquel coche era una maravilla.


La tecnología del turismo era realmente espectacular y única para un vehículo de esas característcas

Con todo el litigio con el estado de California siguió su curso y finalmente el estado tuvo que derogar la ordenanza, probablemente por la presión de las compañías petroleras, los fabricantes de coches y las buenas relaciones del por aquel entonces presidente George Bush con los primeros. Finalmente la ordenanza cambio a denominarse ZEV Regulatory, y cambiaba su contenido para favorecer a los coches híbridos con biocombustibles.

Así en 2004 y a pesar de las denuncias de sus propietarios, GM reclamó todos los EV-1 a sus usuarios, para primero retirarlos de la circulación y seguidamente destruirlos dejando sus restos en el desierto de Arizona. A pesar de que sus usuarios decidieron pagar lo que hiciera falta para mantener sus coches, GM se negó en rotundo. Actualmente tan sólo unos pocos modelos se conservan en Museos como testigos de una revolución industrial y ecológica que fue asesinada.



Las 1.100 unidades fueron destruídas a pesar de que sus dueños se ofrecieron a pagar "cualquier" precio por ellos

¿Quién asesino al vehículo? Pues lo cierto es que nunca se dio una razón convincente a su retirada y con ello surgió la especulación y de la especulación a la conspiración sólo hay un paso.

General Motors explicó que a pesar de los subsidios, con cada EV-1 producido, perdí agrandes sumas de dinero, algo esperado dada la baja producción. Una fabricación masiva y una adecuada publicidad habrían cambiado este aspecto, incluso un modelo menos confortable habría sido una buena decisión. La prensa clamo de “fallo catastrófico” el proyecto EV-1, sin hacer el menor caso a los usuarios de los vehículos y además, a pesar de la nula publicidad, tanto el alquiler como la destrucción del turismo, se realizaron muy discretamente, por lo que los europeos apenas conocemos el proyecto, al igual que prácticamente toda la población americana.

Ahora, tras un gran éxito en Estados Unidos, llega a nuestro país, el documental ¿Quién mato al coche eléctrico?, en el cual se cuenta le historia del EV-1 desde la visión de los usuarios del turismo, analistas de la industria, periodistas e ingenieros de grandes empresas automovilísticas. A lo largo del documental se trata de buscar al “sospechoso” del asesinato del coche eléctrico, llegando a la conclusión y señalando a algunos responsables entre los que se encuentran algunas de las grandes compañías y sus departamentos de energías alternativas como las celdas de hidrógeno, al gobierno de los Estados Unidos e incluso a los propios ciudadanos que prefieren pagar menos y seguir contaminando. El documental desvela una autentica trama conspiranoica del siglo XXI, que podría haber evitado el conocer la palabra “cambio climático”.


Carátula del documental en nuestro país

En definitiva lo que nos enseña el EV-1 es que mientras los gobiernos y sus políticas, unidas a las grandes empresas sigan empeñados en explotar al límite los “beneficiosos” recursos petroleros sin importar el precio que pagaremos por ello, las nuevas tecnologías más eficientes y más ecológicas seguirán “retenidas” a la espera de poder ver la luz cuando quizás ya sea demasiado tarde y cuando estas tecnologías sean ofrecidas, serán por las mismas compañías que ahora nos manipulan y las cuales han retenido esos avances conscientemente.

Fuente: Esencia21

sábado, 14 de febrero de 2009

EL ARTE DE VER

Darse cuenta sin intervalo de tiempo. El tigre a la caza del tigre

Krishnamurti: Me parece que es importante comprender la naturaleza y la belleza de la observación, del ver. Mientras la mente esté distorsionada en alguna forma ‑por impulsos y sentimientos neuróticos, por miedo, sufrimiento, falta de salud, ambición, snobismo y la persecución del poder- no será posible que escuche, observe, vea. El arte de ver, escuchar, observar, no es cosa que pueda cultivarse, ni es una cuestión de evolución o desarrollo gradual. Cuando uno se da cuenta del peligro, hay acción inmediata, la respuesta instintiva e instantánea del cuerpo y de la memoria. Uno ha sido condicionado desde la infancia para enfrentarse al peligro de manera que la mente responda instantáneamente porque, de lo contrario, habría destrucción física. Nos preguntamos si es posible actuar en el mismo instante del ver, en el cual no existe condicionamiento alguno. ¿Puede una mente responder libre e instantáneamente a cualquier forma de distorsión y, por lo tanto, actuar? En otras palabras, la percepción, la acción y la expresión son todas una, no están divididas, fragmentadas. El ver es en sí la acción, y ésta es la expresión de ese ver. Cuando uno se da cuenta del temor, debe observarlo tan íntimamente que la observación en sí implique librarse del mismo, lo cual es acción. ¿Podríamos examinar eso esta mañana? Creo que es muy importante: quizá podríamos penetrar en lo desconocido. Pero una mente que está condicionada por sus propios temores, ambiciones, codicia, desesperación, etc., no puede penetrar en algo que requiere un ser extraordinariamente saludable, cuerdo, equilibrado y armonioso.



La represión. Acción que surge del silencio. Viaje al interior de uno mismo; falsas caminatas y la imagen de lo “desconocido”

Krishnamurti: Nos hemos preguntado cómo deshacernos de toda la colección de fieras que tenemos en nuestro interior. Estamos discutiendo todo esto porque vemos ‑al menos yo lo veo- que uno tiene que penetrar en lo desconocido. Después de todo, cualquier buen matemático o físico tiene que investigar lo desconocido, y quizá también el artista, si no se ha dejado arrastrar demasiado por sus propias emociones e imaginación. Y nosotros, gente corriente con problemas cotidianos, también tenemos que vivir con un sentido profundo de comprensión. También nosotros tenemos que penetrar en lo desconocido. Una mente que está siempre persiguiendo los animales que ella misma ha inventado, los dragones, las serpientes, los monos, con todos sus problemas y contradicciones ‑así somos- no tiene posibilidad de penetrar en lo desconocido. Como somos personas corrientes que no hemos sido dotadas de intelectos brillantes o grandes visiones, sino que sólo vivimos las monótonas, feas y pequeñas vidas de todos los días, estamos interesados en cómo cambiar todo eso inmediatamente. Eso es lo que estamos considerando.



Krishnamurti: Sí, queremos continuar agarrados a los faldones del placer. Deseamos aferrarnos a las cosas que conocemos. Y con todo eso deseamos realizar un viaje. ¿Ha escalado alguna vez una montaña? Mientras más cargado va, más difícil es. Aun para subir a esas pequeñas colinas es bastante difícil hacerlo si usted lleva una carga. Y para escalar una montaña, hay que estar más libre. No sé realmente cuál es la dificultad. Queremos llevar con nosotros todo lo que conocemos: los insultos, las resistencias, las estupideces, los deleites, los regocijos, todo lo que hemos experimentado. Guando usted dice: “voy a hacer un viaje llevando todo eso”, está haciendo un viaje a alguna otra parte, no al interior de aquello que lleva consigo. Por lo tanto, su viaje es imaginario, es irreal. Pero haga un viaje al interior de las cosas que lleva, lo conocido ‑no al interior de lo desconocido- al interior de lo que ya conoce: sus placeres, deleites, desesperanzas, sufrimientos. Haga un viaje al interior de eso, porque eso es todo lo que tiene. Usted dice: “deseo hacer un viaje al interior de lo desconocido llevando todo eso y añadir a eso lo desconocido, añadir otros deleites, otros placeres”. O puede que el viaje sea tan peligroso que usted diga: “no quiero hacerlo”.

Saanen, Suiza, 8 de agosto de 1969

lunes, 2 de febrero de 2009

Todavia

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.

Mario Benedetti