La ciudad de la furia, o como quieran llamarla, pero dependiendo del lugar de donde se la mire aparecen detalles que pasan por alto las filosas miradas a las que hoy estamos acostumbrados.
Este tipo de escenarios te obligan a relajar la vista un poco y disfrutar también de las cosas que pueden darte muy poco en otras situaciones (llámese a recordar un embotellamiento o las amables bocinas, o...). Me atraen estos contrastes, no sólo cromaticos sino mentales.
La dualidad de todo, ante los ojos de todos... disfrutad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario